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Mujeres en resistencia frente a la minería transfronteriza en El Salvador

Ubicación geográfica

A tan solo 15 kilómetros de la frontera con El Salvador, está ubicada la mina Cerro Blanco, en el municipio de Asunción Mita, departamento de Jutiapa, en Guatemala.

La mina se encuentra instalada en la zona del Trifinio, un territorio fronterizo compartido por las repúblicas de Guatemala, Honduras y El Salvado. La región Trifinio, por tener características de alto valor biológico endémico, fue propuesta en el año 2010 por los tres países, como reserva de la Biosfera ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La región que comprende a El Salvador, denominada complejo hidrológico de Guija, fue designada sitio Ramsar sobre humedales desde el año 2010.

Breve historia del conflicto

El proyecto minero propiedad de Entremares, subsidiaria de la empresa canadiense Gold Corp., fue autorizado el 22 de septiembre de 2007 por el gobierno guatemalteco, estableciendo una licencia de exploración y explotación por un periodo de 25 años. Sin embargo, la población de los alrededores del proyecto sostiene que este tiene más de 10 años de estarse implementando, y desde entonces lanza aguas residuales con altas temperaturas a las quebradas más cercanas (Cortés, 2019).

En el año 2017, la mina Cerro Blanco pasa a la administración total de la empresa Bluestone Resources, de origen canadiense, quien ha venido avanzando en la reconstrucción de la mina subterránea y ha declarado en diferentes medios de comunicación que ha logrado importantes avances desde que la compró a Gold Corp., subsidiaria de empresa Entremares S.A.

En el año 2021 se anunció que la mina ya no será explotada con la modalidad subterránea, sino que será una mina a cielo abierto. Hasta el momento no han empezado la extracción propiamente dicha, continúan en la instalación de infraestructura y los bombeos de agua geotermal.

Territorio Cuerpo
Impactos físicos
Territorio Tierra
Despojo y contaminación, Impactos económicos y productivos, Vulneración de la soberanía alimentaria
Territorio Organizativo
Rupturas
Actores Agresores
Empresa minera, Estado – Instituciones
Estrategias de Resistencia
Alianzas, Iniciativas mediáticas
Identidad
Comunidades campesinas
Material de extracción
Oro
Nombre de la empresa y origen
Bluestone Resources – Canadá

Impactos del conflicto

  • Territorio Cuerpo
  • Territorio Tierra
  • Territorio Organizativo

Territorio Cuerpo

Hay una gran alerta social en la zona porque, debido a la modificación de las condiciones de las fuentes de agua superficial y subterránea, la situación de salud de las comunidades que se encuentran en línea de frontera con Guatemala, particularmente la de las mujeres, se verá afectada, y porque esta situación también desencadenará el aumento de la pobreza y de la migración (Cortés, 2019). En este sentido, varias investigaciones señalan el importante rol que tienen las mujeres en las principales formas de organización de las comunidades alrededor de las fuentes abastecedoras de agua.

A principios de este año hemos venido presenciando una reducción crítica del agua para consumo humano. La fuente superficial que abastece a las comunidades fronterizas (unas 9 comunidades) no logra abastecer sustantivamente. Las mujeres han mostrado su preocupación, debido a que solo les proveen 20 minutos del líquido, dos días a la semana. El líquido no es suficiente para cubrir la demanda en la familia, no pueden usar el agua del río, ya que perciben que hay niveles de contaminación.

(Cidia Cortés, Movimiento ecofeminista de El Salvador, 2021)

También es importante la información referida al aumento de los cánceres de útero que han sido detectados en la zona:

Un estudio preliminar que realizamos (revisando fichas de defunción) encontramos que los canceres de útero se ubican como la tercera causa de muerte en las mujeres, pero la primera es enfermedades del sistema respiratorio (neumonías).

(Cidia Cortés, Movimiento ecofeminista de El Salvador, 2021)

La mina Cerro Blanco vendrá a aumentar lo que ya está grave, profundizando el deterioro de salud, en particular el de las mujeres, triplicando sus jornadas ya que también deben atender la enfermedad de su marido y la de sus hijos.

Territorio Tierra

El trabajo de la mayoría de mujeres se vincula a las tareas del hogar que tienen que ver con garantizar el agua, la leña para energía, lavar, planchar, preparar alimentos, cuidado de los niños pequeños, además de ayudar en la siembra de cereales y en su recolección. La tierra está en manos de grandes terratenientes, que en su mayoría se dedican a la ganadería, cultivo de caña de azúcar, frutales como los cítricos, otros cultivan maíz y maicillo en gran escala.

El río y la pesca son los medios de vida y los elementos fuerza centrales para la cohesión de la comunidad, los cuales pueden fortalecer la organización y mejorar sus condiciones de vida. Estos medios están ya en riesgo por los contaminantes que se descargan desde Guatemala. Sin embargo, estos riesgos irán aumentando sustancialmente al iniciar las operaciones de explotación de oro y plata del proyecto Cerro Blanco, con el agravante de que el daño que se produzca será irreversible. La migración de estas comunidades será en el mediano plazo, buscando seguridad para continuar subsistiendo. En este sentido, competirán por alimento, trabajo, tierra, vivienda y agua, en la zona donde lleguen, lo que puede dar lugar a un posible conflicto entre comunidades (UNES, 2018).

La comunidades son propietarias de la vivienda y la tierra en general y esta se registra a nombre de los hombres, ellos son los jefes y los que toman decisiones sobre la familia; muy pocas mujeres aparecen como jefas y propietarias.

Un diagnóstico realizado en estas comunidades fronterizas, nos permitió detectar que la tenencia de la tierra está en varias modalidades, pero las más comunes son: tierras que son propiedad del Estado mediante el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA), estas son prestadas a los campesinos, hay grupos que aún no les dan títulos de propiedad, pero hay otro grupo que sí tienen títulos de propiedad y están favoreciendo a hombres, muy poco a mujeres. La otra modalidad son los propietarios, estos en general son los hombres, quienes obtuvieron las tierras por herencia o compradas a otros. Y existe la otra modalidad que es la arrendada, que también es manejada por hombres. En estas comunidades es casi casualidad encontrar a una mujer propietaria de la tierra y tomando decisiones sobre ella.

(Cidia Cortés, Movimiento ecofeminista de El Salvador, 2021)

Territorio Organizativo

Las fuentes de “Pita Floja” son esenciales en la vida de las comunidades, de esto dependen las relaciones de poder que se dan entre ellas, ya existen conflictos al momento de racionar el líquido y domina la comunidad que tiene el control de las fuentes. En este conflicto son las mujeres las que quedan más vulnerables, ya que la mayoría de liderazgos está en manos de hombres y son ellos quienes deciden qué, cómo y dónde se raciona el agua.

[la mina se encuentra aún] en fase de instalación, además de estar en zona guatemalteca a 14 kilómetros de El Salvador. Los impactos más preocupantes para comunidades salvadoreñas son sobre el agua, la migración, el cambio de uso de suelo, entre otros; lo que va a desencadenar afectaciones en la salud física y emocional de las mujeres.

(Cidia Cortés, Movimiento ecofeminista El Salvador, 2021)

Estrategias de resistencia de las mujeres

Las mujeres del Movimiento Ecofeminista de El Salvador, así como las mujeres ambientalistas son quienes se han erigido en las principales defensoras de las aguas transfronterizas y han sido parte de la resistencia frente a la minería metálica. A partir de la denuncia de lo que está ocurriendo, pero también con una propuesta agroecológica, han venido planteando modos de vida para confrontar la actividad minera, y han venido señalando la importancia de producir alimentos sanos porque las mujeres tienen derecho a una vida saludable libre de violencia y sin químicos que contaminen la naturaleza y su salud.

Venimos resistiendo al proyecto Cerro Blanco desde 2007, en ese entonces, con un Centro de Investigación (CEICOM) pero luego nos desvinculamos de esta organización, para fundar la Asociación de Mujeres Ambientalistas de El Salvador (AMAES). Ya como organización de mujeres buscamos apoyos con mujeres del sur […] En el seno de AMAES nace la idea de seguir creciendo con el enfoque ecofeminista, así convocamos a otros colectivos que comparten nuestros ideales de lucha, visibilizando el trabajo de las mujeres en todas sus aristas. Como AMAES trabajamos con colectivos comunitarios de mujeres rurales, nuestros temas son el agua como derecho fundamental, defensa del territorio-cuerpo, proyectos extractivistas y su impacto en el cuerpo femenino.

Cidia Cortés, Movimiento ecofeminista El Salvador, 2021

De forma contundente se han organizado para defender los territorios de amenazas mineras. Han venido señalando que la violencia contra las mujeres no es natural, por tanto, no es natural aceptarla. Plantean que al rechazar la violencia están defendiendo su cuerpo que es su territorio. Las mujeres ambientalistas de Metapán Luz y Esperanza han tenido un rol protagónico en esta lucha en El Salvador, denunciando los proyectos mineros transfronterizos y la tala indiscriminada de bosques que hacen las empresas. Han promovido una consulta ciudadana en el gobierno municipal para la aprobación de una ordenanza municipal que prohíba la minería metálica en Metapán. También han propuesto la firma de un tratado trinacional para la protección y conservación de aguas transfronterizas entre El Salvador, Guatemala y Honduras por las amenazas que implica la minería transfronteriza y las consecuencias para las cuencas.


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