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Mujeres defensoras del territorio sagrado para la vida en el suroeste antioqueño

Ubicación geográfica

El suroeste antioqueño está conformado por 23 municipios, en este caso se tienen como referencia los municipios de Caramanta, Valparaíso, Támesis, Jardín, Andes, Jericó, Pueblorrico, Tarso, Hispania, que se encuentran entre los ríos Cauca y San Juan.

Su población es mayoritariamente campesina, seguida por comunidades indígenas embera.

Breve historia del conflicto

Muchas empresas mineras han tenido interés en la extracción de oro en la región y varias han llegado a hacerlo, sin embargo, el proyecto de minería de oro Quebradona, de la empresa Anglo Gold Ashanti (AGA), que está actualmente en proceso de exploración, es el que más genera preocupación, pues, a pesar de que se ubica en los municipios de Jericó y Támesis, representa una amenaza para toda la región por las consecuencias que tendría en las aguas, tanto superficiales como subterráneas, así como en la fauna, flora y en las actividades campesinas. También porque este se concibe como el proyecto inicial de un posible distrito minero en esta zona.

En el año 2011 nace el Cinturón Occidental Ambiental, proceso en el que se articulan varias organizaciones que buscan hacer frente a la iniciativa minera en la región, reivindicando que el territorio es sagrado para la vida. Para el 18 de mayo de 2012 se lleva a cabo el primer Cabildo abierto en Jericó para abordar el tema de la minería en el municipio. De allí en adelante se realizan numerosas acciones en contra del extractivismo en la región, y se va avanzando en propuestas locales sustentables para el territorio. Entre estas iniciativas se resaltan las relativas a la participación social efectiva y afectiva de las comunidades en los procesos de toma de decisión sobre lo que sucede en el territorio, a través de las Mesas Plan de vida comunitario, los mandatos populares y, más recientemente, el Círculo de mujeres.

Territorio Cuerpo
Impactos emocionales, Sobrecarga de tareas por roles de género
Territorio Tierra
Impactos económicos y productivos, Militarización del territorio, Vulneración de la soberanía alimentaria, Vulneración de los derechos de la naturaleza
Territorio Organizativo
Rupturas
Actores Agresores
Empresa minera, Estado – Instituciones, Policía
Estrategias de Resistencia
Acciones jurídicas, Alianzas, Iniciativas mediáticas, Movilización
Identidad
Comunidades indígenas, Comunidades campesinas
Material de extracción
Cobre
Nombre de la empresa y origen
Anglo Gold Ashanti – Sudáfrica

Impactos del conflicto

  • Territorio Cuerpo
  • Territorio Tierra
  • Territorio Organizativo

Territorio Cuerpo

El suroeste antioqueño ha pasado en las últimas décadas por importantes transformaciones del paisaje, teniendo en cuenta una oleada de compra de terrenos para la ganadería extensiva y los monocultivos; sumado a esto están los proyectos mineros, especialmente Quebradona, por su dimensión. Lo anterior ha significado para las mujeres afectaciones en su sistema nervioso por la angustia que genera la conjunción de estas situaciones y la incertidumbre sobre lo que va a pasar.

Adicionalmente, es evidente el miedo de muchas compañeras por ellas y sus familias, si se tiene en cuenta lo que pasa con líderes y lideresas en el país, la violencia ejercida y la impunidad frente a esos casos. Sin embargo, se menciona que, por el vínculo de las mujeres con la tierra, más allá de la producción hay un compromiso y una participación fundamental en las acciones de resistencia a la minería, aunque ocasionan un aumento de la sobrecarga de tareas.

Para que las mujeres puedan participar en un encuentro, una movilización o una reunión de planeación tienen que levantarse unas tres horas antes de lo que se levantarían normalmente para dejar el almuerzo hecho, la casa arreglada, cosa que no pasa con los hombres.

(María José, Colectivo de Jóvenes del Territorio – COA, 2021) 

Territorio Tierra

El caso del suroeste antioqueño presenta una particularidad y es que se combinan dos formas de extractivismos: la minería y los monocultivos. Esto ha implicado que en Jericó, donde está la mayor parte del personal de la empresa y donde se concentran las actividades de exploración del proyecto Quebradona, haya una disminución importante del nivel de las quebradas, es decir, además del acaparamiento de tierras también hay de agua. Esto, combinado con el cambio en la producción de alimentos, ya que al ser más altos los sueldos de la minera, que lo que se puede ganar con la agricultura, muchas personas optan por trabajar allí, pero esta es mano de obra que ya no está disponible para las actividades agrícolas, lo cual conlleva que las mujeres tengan que asumir labores adicionales en relación con lo productivo también.

Otra situación que tiene un impacto específico en las mujeres ha sido el aumento de la militarización en el territorio, tanto de policía como de ejército. Con esto se genera una tensión muy grande para el campesinado, especialmente las mujeres, porque ya no se sienten seguras, evitan estar solas en espacios públicos para prevenir riesgos físicos y señalamientos. También temen por la vida de personas jóvenes, porque han sido objeto de amedrentamientos por parte de la policía, especialmente en Jericó.

Esto se refuerza con un aumento importante de la violencia y los asesinatos en la región desde la llegada del proyecto minero, y el hecho de que este miedo es herencia también del conflicto armado que golpeó fuertemente esta región.

Territorio Organizativo

En el proceso de articulación para hacer frente al proyecto minero se han generado tensiones y rupturas respecto a cómo debe ser este camino, la fuerza desde el COA se enfoca en defender el territorio, no solo de un proyecto, sino de otras amenazas que se puedan presentar, esto ha ocasionado fragmentación de la articulación en algunos municipios.

En algunas ocasiones, el crecimiento de la organización regional, más la recarga de las labores del hogar, ha hecho que unos espacios de solo mujeres se hayan debilitado o desaparecido.

En otros casos, dada la multiplicidad de amenazas al territorio, han llegado más personas a los espacios organizativos, especialmente mujeres con una participación activa en procesos que normalmente eran manejados por hombres.

Esto ha generado un choque y ha sido difícil cambiar paradigmas y que se entienda que la manera en que participamos las mujeres es diferente, pero que además hay injusticias, cosas patriarcales, que están imposibilitando la participación de las mujeres.

(María José, Colectivo de Jóvenes del territorio – COA, 2021) 

Ha habido tensiones al interior de las organizaciones porque las mujeres no solo luchan contra el extractivismo, sino que tienen que dar la discusión en los espacios de articulación donde no siempre se reconoce la participación y las particularidades del hecho de ser mujer en estos escenarios.

 

Estrategias de resistencia de las mujeres

Las acciones de resistencia para hacer frente a la minería han implicado campañas locales, nacionales e internacionales, alianzas con otras organizaciones afectadas por la minería, incidencia en alcaldías y concejos municipales con los planes de vida comunitarios, el “Abrazo a la montaña” como estrategia de reconocimiento del territorio y difusión del mensaje alrededor de su defensa.

Se resalta la reivindicación de productos indígenas y campesinos con los espacios de transformación de alimentos para dinamizar la economía solidaria local y familiar donde la mayoría de participación es de las mujeres.

Otra iniciativa muy importante son los Círculos de mujeres, espacios de encuentro donde se habla de las opresiones específicas que se viven en el territorio. Además de esto, se busca fortalecer las capacidades para la participación, inicialmente en Támesis y Caramanta. La importancia de los círculos radica en que son espacios muy íntimos y propios para la formación y la visibilización del papel de las mujeres en las organizaciones; para reconocer que las mujeres han sido fundamentales en el proceso de resistencia.

Reafirmamos que nuestros cuerpos son Territorios Sagrados Para La vida y rechazamos todas las prácticas machistas que han sido comunes y normalizadas y que lamentablemente se materializan en lo que hoy denunciamos, violencia verbal y física para con una de nuestras compañeras.

Cinturón Occidental Ambiental, 2021

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