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La resistencia femenina para la defensa del agua en las Jalcas Cajamarquinas, caso Conga

Ubicación geográfica

El proyecto minero se encuentra a una altitud promedio de 4.080 m.s.n.m., en la región de Cajamarca, abarcando parte de los distritos de Sorochuco y Huasmín (provincia de Celendín), el distrito de Bambamarca (provincia de Hualgayoc) y el distrito de la Encañada (provincia de Cajamarca) (Grufides, 2012).

La población en Cajamarca es mestiza (75 % rural y 25 % urbana)

Breve historia del conflicto

En el año 2008, la empresa Minera Yanacocha inicia sus actividades en la zona de Conga, logrando comprar la mayoría de los terrenos de la zona y presentar el EIA ante la población impactada, sin embargo, no se consigue la licencia social y actualmente el proyecto se encuentra paralizado, luego de fuertes movilizaciones en 2011, que causaron la represión policial, lo que dio como resultado personas criminalizadas (detenidas, enjuiciadas) y 5 personas muertas en los enfrentamientos (Fuentes, 2020).

Territorio Cuerpo
Impactos emocionales, Impactos físicos, Sobrecarga de tareas por roles de género, Violencia sexual
Territorio Tierra
Despojo y contaminación, Impactos económicos y productivos, Militarización del territorio, Vulneración de la soberanía alimentaria, Vulneración de los derechos de la naturaleza
Territorio Organizativo
Rupturas, Estigmatización organizativa, Criminalización
Actores Agresores
Ejército, Empresa minera, Estado – Instituciones, Policía
Estrategias de Resistencia
Acciones jurídicas, Alianzas, Iniciativas mediáticas, Movilización
Identidad
Comunidades campesinas, Población urbana, Población mestiza
Material de extracción
Cobre, Oro, Plata, Polimetálica
Nombre de la empresa y origen
Minera Yanacocha con capitales de EEUU, Japón y Perú

Impactos del conflicto

  • Territorio Cuerpo
  • Territorio Tierra
  • Territorio Organizativo

Territorio Cuerpo

Las mujeres defensoras que participaron activamente en las movilizaciones y protestas de la oposición al proyecto minero de Conga fueron agredidas físicamente con golpes, patadas, empujones, puñetes, tirones de cabello, impactos de bombas lacrimógenas, lo cual reafirma una vez más el uso indiscriminado y desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas armadas.

Nos han golpeado, nos han pateado, nos han dejado moretones en el cuerpo, las bombas lacrimógenas que nos han tirado nos han dejado con dolores de cabeza […] los perdigones que nos han tirado han dejado dolores en el cuerpo […] la larga a las compañeras les ha dejado dolor de cabeza, dolores de espalda, por decir en mi caso.

(Irma Zafra, rondas campesinas, 2021)

El impacto emocional, relacionado con el miedo a la muerte, ha sido muy duro para las mujeres, lo que muestra la brutalidad de la represión y las secuelas que va dejando.

En el momento del enfrentamiento a veces sientes que ya tu vida termina ahí, estás entre la espada y la pared, (piensas) si muero acá muero luchando, si muero acá muero defendiendo a mi pueblo, a mi medio ambiente, a mis lagunas […] los policías tuvieron que corrernos, nos rodamos por la peña y yo les daba fuerza a las compañeras pero pensaba que ya no voy a volver a ver a mi familia, que ya no voy a llegar y ahí es el fin de mi vida […] eso nos ha pasado a muchas compañeras.

(Irma Zafra, rondas campesinas, 2021)

 

Territorio Tierra

Los impactos en la calidad y cantidad de agua han sido una de las principales preocupaciones de las mujeres defensoras de Cajamarca. En la sierra peruana, el agua que sirve para beber o regar, o para otros usos proviene exclusivamente de manantiales que afloran debajo de las cabeceras de las cuencas altoandinas, la minería viene afectado profundamente estos territorios, de tal manera que las poblaciones se ven afectadas no solamente en la calidad y cantidad de agua de medio, sino profundamente en su cultura, economía y desarrollo social.

La tradición cultural afecta no solo a las mujeres, sino a la comunidad. En Porcón había muchos cuentos del Quilish y de la Quinua, contando que eran cerros que vivían hermanados y estaban conectados; una compañera decía “si cortas el dedo a una mano, va a afectar en algo” […] como las venas están entrelazadas, los ríos están entrelazados.

(Ofelia Vargas, independiente, 2021)

La mayoría de las mujeres nos dedicamos a la artesanía, otros trabajos en el campo no hay, solamente la agricultura que podemos trabajar […] muchísimo han subido los costos de la vida […] Vendemos barato para comprar caro.

(Irma Zafra, rondas campesinas, 2021)

Territorio Organizativo

La capacidad organizativa de las mujeres que conforman la resistencia es vital para el éxito de la protesta. Las rondas campesinas tienen experiencia en organización comunitaria, lo cual es una gran fortaleza para las mujeres. Sin embargo, para ellas significaron esfuerzos adicionales al interior de sus hogares y fuera de ellos. Las rupturas dadas por la cooptación minera fueron inevitables, así como un fuerte machismo de sus compañeros de organizaciones y la posterior criminalización de la que fueron objeto.

Las mujeres por historia, por vivencia y por naturaleza siempre hemos sido fuertes organizándonos […] Nosotras nos hemos organizado por bases y por zonas, hasta llegar a la provincia, […] por decir hoy día te toca cada comunidad, cada barrio, cada zona y te tienes que ir con tu grupo de mujeres […], nos rotamos para irnos por zonas, por barrios, por caseríos, por comunidades. Duele mucho que haya personas que se autoeligen […] y luego empiezan a decir “vamos a capacitarnos a las minas, vamos a arrodillarnos ante los grandes grupos de poder”, duele como luchadoras que vengan a dividir a la organización.

(Irma Zafra, rondas campesinas, 2021)

Estrategias de resistencia de las mujeres

Las mujeres campesinas han liderado la resistencia en Conga, ellas pertenecen a organizaciones ronderas femeninas, las cuales han sido capaces de sostener largos periodos de toma de accesos y manifestaciones públicas de protesta, las ollas comunes organizadas y lideradas por ellas, así como la vigilancia en grupos territoriales han sido una fortaleza inquebrantable de la lucha. Otras mujeres citadinas han realizado huelgas de hambre y han organizado movilizaciones en la ciudad en coordinación con mujeres jóvenes de diversos colectivos universitarios y feministas.

Si solamente quienes agenciaron la comida, que era el sustento para los que venían de otras zonas para poder estar tanto tiempo en paro, eran las mujeres… sin ellas no se hubiera podido hacer lo que se hizo, ellas tenían la facilidad de llegar y como hormiguitas armar el piquete, la olla común en una zona y cuando llegaba la gente caminando de Bambamarca comían allí, se guarecían, se abrigaban allí, llegaban mojados y secaban su ropa, secaban sus ponchos, ellas eran claves, claves, claves para poder sostener toda la resistencia.

Ofelia Vargas, independiente, 2021


Artículos:

Audios: 

Mensaje de Ofelia Vargas Cerna, activista Cajamarquina.

Videos:

 

 

 

 

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