En agosto, la Red se dio encuentro en su IX Asamblea anual para «reforzar las hebras de nuestro tejido entre mujeres por la defensa de la vida y de nuestros cuerpos-territorios». Se llevó a cabo en la localidad de Chachimbiro, Ecuador del 4 al 10 de agosto. Participamos más de 40 defensoras de organizaciones ecologistas, de pueblos indígenas y de las que defienden derechos de las mujeres de diversos países como México, El Salvador, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina y Brasil. Contamos con la compañía de Raquel Gutiérrez, filósofa, activista de nuestras causas, con quien desarrollamos un análisis colectivo sobre el contexto socio político y económico, así como sobre la situación de las organizaciones y la lucha de mujeres hoy en la región. Con Raquel ahondamos la reflexión sobre cómo el poder no solo medio patriarcalmente en los procesos sociales para evitar cambios a favor de una mayor autonomía de los cuerpos-territorios de las mujeres, si no también, busca seguir apropiándose, despojarnos y expoliar nuestra tierra-territorio, lo cual explica los avances de los fascismos neoliberales como de los fundamentalismos en América Latina. 

Este análisis nos hizo relevar lo valioso de nuestras articulaciones y fue por ello que nos propusimos como Red: *Seguir potenciando la voz de las mujeres mujeres defensoras en las luchas por el territorio y el ambiente, pero también en sus luchas anti-patriarcales, anticoloniales y anticapitalistas.* Denunciar las violencias socioambientales que se comenten contra las mujeres y territorios. *Identificar, visibilizar e intercambiar iniciativas de acción autónomas propuestas por mujeres que sean alternativas al desarrollo impuesto.*Impulsar la articulación de luchas feministas urbanas con las luchas en territorios rurales.*Ratificar nuestra identidad como mujeres ecofeministas organizadas frente a la minería, identidad basada en la sororidad y en una perspectiva territorial y diversa. 

La asamblea consistió en un momento para el trabajo interno, de tres días, que nos llevó a realizar un repaso y evaluación de lo hecho en este año, también a profundizar el análisis de los contextos sobre el avance de los extractivismos y las violencias patriarcales en nuestros territorios, sobre la situación de nuestras organizaciones y luchas y lo que ello implica en término de desarrollo de estrategias para hacerles frente, antes de pasar a desarrollar una discusión sobre la planificación. Hicimos un exhaustivo análisis de nuestras posibilidades de acción con un enfoque estratégico. Identificamos y priorizamos ejes de trabajo. Y acordamos siguientes pasos entre ellos la decisión de concluir la planificación estratégica con los insumos construidos en la asamblea. Esta asamblea fue un momento clave en el proceso de fortalecimiento interno acordado de realizar en la anterior asamblea del 2017, por lo que aquí se validó los cambios de estructura y funcionamiento hecho durante los meses previos y se afirmó el carácter colectivo, descentralizado, de retroalimentación continua y articulación sostenida que tendría la dinámica de participación en la Red. También tuvimos un parte de intercambios donde compartimos réplicas de dos talleres formativos (de acompañamiento psicosocial y el IGT), donde participamos este año. Y otra donde compartimos nuestras luchas y solidaridades, es aquí donde hicimos unos saludos de respaldo a la lucha de mujeres por la defensa del derecho a decidir en Argentina. 

En este espacio reconocimos desafíos principales las cuales estaríamos atendiendo para reforzar el trabajo en Red, como son : Mejorar la comunicación, visibilizar más el trabajo, rostros,  voz y las propuestas de la Red;  Afianzar su labor de incidencia haciendo un foco en América Latina y en espacios de toma de decisiones para cambios en políticas de derechos humanos, de la naturaleza y de mujeres defensoras; Cartografiar nuestra luchas, como herramienta de incidencia ( data), comunicación y protección; Sistematizar nuestros saberes colectivos; Incidir en el debate público ( político y académico) y visibilizarnos en torno a la violencia socioambiental contra las mujeres así como las estrategias de respuesta desde y para nuestros territorios; Fomentar más intercambios y espacios para el interaprendizaje; Ampliar nuestras alianzas y nuestra participación en espacios de articulación y procesos en torno a la defensa de los derechos de la naturaleza, de mujeres defensoras, de los pueblos y territorios frente a extractivismo y su lógica expansiva actual.

Luego de los tres días internos, tuvimos un segundo momento de trabajo, de tono público, que consistió en la participación de la Red en la Audiencia Pública: Caminos de los Pueblos, en Cotacachi donde compartimos la experiencia de la Red entre las demás experiencias de alternativas que se construyen frente a los extractivismos en Ecuador. Y, finalmente desarrollamos un diálogo con la Defensora del Pueblo de Ecuador, la Dra. Gina Benavides, a quien visitamos y presentamos nuestro trabajo de articulación, cartografía e investigación sobre indicadores de violencia socioambiental contra las mujeres, conversando sobre la importancia de la protección de mujeres defensoras.