Escuelita por la Justicia Climática Feminista en Centroamérica: Un sueño realizado
El año 2021 la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales materializó un sueño gestado hace muchos años. A partir de un trabajo intenso que derivó en una caravana por Centroamérica y una vinculación con organizaciones en defensa de la Madre Tierra contra actividades extractivas mineras; se logra una articulación que finalmente se convocan a un proceso formativo popular y feminista coordinado por nuestra organización integrante Colectivo de Coordinación de Acciones Socio Ambientales (Colectivo CASA).
En medio de la pandemia por COVID 19, la distancia social y la mala gestión de los estados nos impuso una dinámica virtual. A pesar de las dificultades y de la mala conexión a internet desde muchas comunidades; nos empecinamos en mantener el contacto, el abrazo cercano y el acompañamiento de nuestras luchas.
Así cumplimos tres años de trabajo sostenido en el que alrededor de treinta mujeres de organizaciones indígenas, campesinas, mestizas y urbanas, todas ellas en resistencia a proyectos mineros y de despojo nos disponemos a romper las barreras patriarcales de la educación formal y mantenemos nuestra Escuelita; el secreto ha sido la tenacidad y las ganas de aprender desde nosotras, reconociendo la fortaleza de los saberes milenarios y las lecciones de nuestras propias luchas.
Educación Popular Feminista
Desde la Red, nos reconocemos y confluimos desde el ecofeminismo, el feminismo popular, el feminismo indígena y el feminismo comunitario. Desde estas miradas reconocemos que en el régimen extractivista se ponen en alianza el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado. Sabemos que para explotar nuestros territorios, las grandes empresas también quieren dominar nuestros cuerpos, la minería llega para ofrecer a los hombres un trabajo de explotación y mayor precarización, a las mujeres las restringe a las labores domésticas y amenaza su integridad con diferentes formas de vulneración que muchas veces se materializa en violencia sexual y feminicida. Sabemos también que no es una casualidad que las mujeres seamos objeto de violencia, deslegitimación y persecución específica por ser mujeres, tanto las empresas, las grandes corporaciones, los agentes del Estado y el ejército mismo sabe de la fuerza y el poder de las mujeres organizadas con sus comunidades, tienen miedo porque nosotras no vamos a negociar, ni la tierra, ni el agua, ni nuestro territorio. Por eso hay una maquinaria que pretende desmovilizarnos. Es por eso que nosotras decidimos fortalecer nuestras capacidades y el auto reconocimiento de nuestra fuerza.
Pero consideramos que, como mujeres tenemos necesidades específicas para nuestra formación; las escuelas y universidades tienen una historia de mucha discriminación para las mujeres. Sobre todo para las que somos de comunidades indígenas, las que somos madres, las que debemos trabajar tiempos completos.
Es así que nos reconocemos en la necesidad de partir desde nuestros cuerpos para aprender de forma distinta, la educación popular feminista dentro de nuestra Escuelita, se plantea desde el acomodarse a los tiempos de cada defensora, reconocer los ritmos de la cotidianidad, del trabajo, de los cuidados en casa y muchas veces desde la maternidad. Apostamos por una metodología desde y para mujeres, que permita un diálogo de saberes verdadero, donde los aprendizajes milenarios, los que vienen de las luchas y los saberes de las mujeres como sostenes de los cuidados; ocupen un lugar central de los contenidos.
¿Y por qué Justicia Climática Feminista?
La justicia climática nace de la justicia ambiental, para decir que la crisis que estamos atravesando como planeta, no es culpa de todos los seres humanos. Históricamente hay grandes monopolios que han causado el cambio climático de forma impune y arbitraria. Las sequías, inundaciones y problemas que vemos en el cambio del clima, TIENE CULPABLES.
En las luchas contra los megaproyectos hemos aprendido que las mujeres sufren de forma diferenciada los impactos ambientales, la vulneración se da en diferentes fases de los derechos de las mujeres principalmente de comunidades indígenas y campesinas. Esta forma de violencia de género afecta:
Nos posicionamos contra las falsas soluciones
Cuando decidimos trabajar sobre la problemática de la crisis climática y cómo esto nos afecta a las mujeres particularmente, lo hacemos porque a los impactos del extractivismo minero se empiezan a sobreponer los efectos del cambio climático, sequías, inundaciones, huracanes, quedarnos sin energía, etc. Los cultivos y economías campesinas se empiezan a ver afectadas, aunque se haya logrado defender el territorio de los proyectos mineros. En este transitar hacia la denuncia a los grandes contaminadores responsables de la crisis climática, encontramos relación de estos capitales con las mismas mineras que combatimos durante muchos años. También nos damos cuenta que esas mismas mineras están tratando de “limpiar” los efectos contaminantes de sus operaciones junto a otros empresarios y en alianza con los estados. Así tratan de imponer a nuestros territorios otros tipos de proyectos que denunciamos categóricamente, proyectos que son una mentira como la minería verde y que se disfrazan de soluciones al cambio climático.
Algunas de las falsas soluciones:
- Geoingeniería Climática: plantea arriesgados y peligrosos experimentos como disparar a las nubes o arrojar químicos al mar para disminuir la contaminación.
- Mercados de Carbono permite pagar por contaminar, comprando unos certificados que no son abalados por instancias imparciales, ni representación de los pueblos
- Agricultura Climáticamente inteligente una propuesta de acciones para transformar y reorientar los sistemas agrícolas, con el fin de apoyar a las grandes empresas agroindustriales
- Emisiones cero neto consiste en probar una serie de experimentos peligrosos y engañar a la población diciendo que hay formas de explotar a la Madre Tierra sin contaminar
- Compensaciones climáticas que consiste en tratar de pagar para seguir contaminando
- Hidrógeno verde
Ante el régimen extractivista y la crisis climática las mujeres proponemos alternativas desde los pueblos.
- Restauración de territorios y protección para los espacios donde nace la vida, como ojos de agua, bosques y otros. Por ejemplo, forestería comunitaria que consiste en la siembra de huertos familiares y comunitarios, reforestación y cuidado de las plantas nativas del bosque.
- Acciones de control y monitoreo comunitario de aguas.
- Manejo comunitarios de los territorios desde la lógica de los cuidados.
- Soberanía alimentaria desde las acciones de protección de semillas, agroecología y huertos comunitarios.
Transición energética, justa y popular.